La segunda parte de tres sobre la
maravillosa y patosa Marina Valdemorillos. Una comedia chick-lit trepidante en el ritmo y desternillante en el humor que
emplea su autora, aunque si la conocierais, no os extrañaría nada. En la
primera parte, nos la presenta aprendiendo a decir “no”, pero, como a todos
nosotros, cuesta aprender a hacerlo y esta segunda parte todavía le queda un
poco pendiente, aunque vamos mejorando.
El título es genial, porque hay que
tener un par para enamorarse de esta muchacha y seguir haciéndole caso después
de todo lo que le pasa, que no es poco. Tiene a un tío estupendo, Roman, unas
amigas geniales, una sobrina extraordinaria y un hermano que acaba de salir del
armario en un pueblo de Albacete, pero todo cambia cuando la despiden (más o
menos) y tiene que buscarse un plan B. Enredos, lloros, risas, mentiras,
verdades, amenazas, traiciones, todo en 355 páginas de no parar.
Dirigida a las chicas (y no tan
chicas de edad, me refiero) y a los atrevidos chicos que quieran conocer cómo
piensan las mujeres y sus inseguridades. A las que nos encanta Sophie Kinsella,
con ese ritmo frenético durante la novela, esos líos de los que no sabes cómo
va a salir. Una lectura rápida que te hace reír desde la línea número siete!!!
¡Ay! ¿Para cuándo una historia sobre
Marta? ¿Y la de Carlos? Esa tiene que tener miga. Cayetana me gusta más en esta
parte. Natalia es tan odiosa al principio que hasta la mandarías a la eme. Neil
me encanta, el sueco inocentón, novio de Caye. O Arturo, que a la chita
callando hace un buen papel.
En fin, muy recomendable. Se lee en
dos días, aunque yo tuve en medio una línea de cuatro días y tuve que dejarla
hasta volver a casa, qué suplicio. Enhorabuena, Regina!! Esperando la tercera
parte… Arghhhhhh!
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